¿Qué beneficios puede aportarnos la práctica del Mindfulness?

Decíamos en anteriores artículos que, cuando no podemos cambiar la realidad, lo que sí que podemos modificar es la manera como digerimos emocionalmente esa realidad. Por ello, concluíamos que no se trata de controlar las situaciones, sino las emociones derivadas de ellas.

El reto derivado de esta afirmación reside en su puesta en práctica pues, muchas veces, la mente nos juega malas pasadas y hace que nos apeguemos a nuestros pensamientos, poniendo trabas así en la gestión emocional de nuestra realidad. Usaremos una metáfora para describir a qué nos referimos con esto.

Imagínate que estás en una sala en la que el techo está lleno de globos. Cada uno de estos globos es un pensamiento y tú, desde el suelo, los observas de forma objetiva, sin implicarte ni juzgarlos, pudiendo apreciar los matices de cada uno de ellos. Desde tu posición, puedes diferenciar globos de distintos colores, de distintas formas y de distintos tamaños. Observas, desde la distancia, cómo se comporta cada uno de estos globos y cómo se relacionan entre ellos.

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Esta observación objetiva de los pensamientos facilita la gestión emocional de nuestra realidad ya que la clave es observar nuestros pensamientos con perspectiva y no identificarnos con ellos. Los pensamientos son, por si solos, inofensivos pero, cuando nos aferramos a ellos como un niño se aferra a un globo de feria, lo que estamos haciendo es apegarnos a estos pensamientos y este hecho distorsiona la valoración que hacemos de la realidad, afecta en la percepción que tenemos de nosotros mismos a la hora de llevar a cabo nuestras acciones, y nos impide estar presentes y con atención plena para poder captar todo lo que nos ofrece nuestro día a día.

A propósito de esta afirmación, el monje budista francés, Matthieu Ricard, señala: “Si miramos el objeto de nuestro apego con una simplicidad nueva, comprenderemos que no es ese objeto lo que nos hace sufrir, sino el modo en que nos aferramos a él”.

El hecho de no implicarse emocionalmente con los pensamientos requiere, sin embrago, de entrenamiento. Es decir, debemos entrenar a nuestra mente para que ésta aprenda a dejar pasar los pensamientos sin identificarse ni apegarse a ellos. Una práctica que puede ayudarnos en esta tarea es el Mindfulness, una técnica integrada en múltiples sociedades científicas y universidades, y que cuenta con estudios empíricos sobre sus beneficios.

Beneficios del Mindfulness


Antes de adentrarnos en los beneficios del Mindfulness, describamos en qué consiste esta práctica de la mano de Jon Kabat-Zinn, profesor emérito de Medicina en la Massachussets University Medical School y principal difusor de esta disciplina. Kabat-Zinn define el Mindfulness como un estado que implica la consciencia que emerge al prestar atención de forma deliberada, en el momento presente y sin juicio.

Una de las prácticas centrales del Mindfulness es la meditación, la cual nos permite experimentar un estado inalterable de atención plena en el momento presente para así ir adquiriendo herramientas que nos ayudarán a gestionar emocionalmente nuestro día a día. Si entrenamos a nuestra mente para que se mantenga en un estado de plena atención en el aquí y el ahora estaremos creando un entorno favorable para que ésta no se apegue a los pensamientos ya que desarrollaremos la capacidad de observarlos de forma imparcial sin identificarnos con ellos.

Mindfulness para una mayor habilidad en materia de gestión emocional y como garantía de un sueño reparador


> En este orden de cosas, un estudio de la Universidad de Utah demostró que el entrenamiento de la atención plena repercute positivamente en la gestión de las emociones y los estados de ánimo, un hecho que, consiguientemente, también afecta de forma favorable en la calidad del sueño nocturno. El autor de dicho estudio, Holly Roy, afirmó al respecto: “La gente que practica Mindfulness a diario muestra un mejor control sobre las emociones y los comportamientos durante el día. Por otro lado, estas personas muestran un nivel bajo de activación cortical por la noche, lo cual les ayuda a dormir mejor”.

Una tesis parecida a ésta es la sostenida por Ortner, investigadora de la Universidad de Toronto, quien demostró que las personas que incluyen el Mindfulness en su vida poseen más control emocional que las personas que no lo practican.

Mindfulness para reducir los niveles de estrés y ansiedad, y mejorar las habilidades sociales


> Por su parte, científicos del Instituto Max Planch de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Leipzig (Alemania) presentaron un estudio en la revista “Science Advances” en el que expusieron que, después de usar determinados programas de entrenamiento en meditación, observaron como ésta podía incluso cambiar la arquitectura de algunas zonas del cerebro, mejorar las habilidades sociales y reducir los niveles de ansiedad. La primera autora de este estudio, Sofie Valk, apuntó en esta línea: “Dependiendo de qué programa de entrenamiento se usó durante un período de tres meses, cambiaron tanto ciertas estructuras cerebrales como el comportamiento entre los participantes”.

Tal y como comentábamos, uno de los beneficios de la práctica de la meditación es la reducción del estrés y la ansiedad. De hecho, dentro de la evidencia científica, hay varios estudios que ponen de manifiesto una relación de causa-efecto entre la práctica del Mindfulness, el estrés percibido y el bienestar psicológico. A modo de ejemplo, un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en la revista “The Lancet Public Health” constató que los estudiantes entrenados en la técnica del Mindfulness tenían un tercio menos de estrés que sus compañeros. Julieta Galante, una de las investigadoras y miembro del departamento de Psiquiatría de la Universidad británica, concluyó: “Hasta el momento, este es el estudio que muestra más claramente cómo el Mindfulness puede ayudar a los estudiantes, además de investigaciones previas que ya sugerían que podía mejorar la salud mental y el bienestar en periodos de estrés”.

En este sentido, no es de extrañar que sean ya muchas las universidades que han incorporado a sus programas de bienestar para los estudiantes una amplia variedad de programas y talleres de Mindfulness. Es el caso, por ejemplo, de la Universidad de Harvard, la Universidad de Standford, la Universidad de Oxford o la propia Universidad de Cambridge.

> Siguiendo esta línea, el profesor de la Universidad Johns Hopkins y director de un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, Madhav Goyal, señaló que la meditación puede proporcionar tanto alivio de algunos síntomas de ansiedad y depresión como lo que otros estudios han encontrado en los antidepresivos convencionales.

Mindfulness para mejorar las funciones cognitivas y el aprendizaje


> Por otro lado, las funciones cognitivas y el aprendizaje también pueden verse influidas positivamente con la práctica del Mindfulness. Así, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California presentó unos resultados que mostraban como la meditación había aportado a los estudiantes universitarios una mayor capacidad de razonamiento verbal y una mejora de las habilidades mnemotécnicas. En este mismo sentido, un estudio de los investigadores Adam Moore y Peter Malinowski extrajo como conclusión que la práctica del Mindfulness correlacionaba positivamente con la flexibilidad cognitiva y el funcionamiento atencional.

Parte de esta afirmación también la sostenía un estudio de la psicóloga Shauna Shapiro y el psiquiatra Roger Walsh, quienes argumentaron que el Mindfulness es eficaz a la hora de aumentar nuestra capacidad de concentración.

Mindfulness para la prevención de enfermedades mentales


> Otro beneficio derivado de la práctica del Mindfulness es la prevención de las enfermedades mentales. Así lo expuso una investigación llevada a cabo por la Universidad de Oregón, en la que se argumentaba que la práctica de la meditación producía, como ya hemos comentado, cambios en el cerebro, los cuales aumentaban la protección de este ante posibles amenazas y enfermedades mentales.

Por su parte, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y el Hospital de Massachussets demostraron que la meditación aumenta el tamaño de unas estructuras que se localizan en los extremos de los cromosomas -llamadas telómeros-, que se relacionan directamente con el envejecimiento y el desarrollo de algunas patologías asociadas a la vejez.

Estos son sólo algunos ejemplos que aportan evidencia científica a los beneficios de la práctica del Mindfulness. Una práctica que, no olvidemos, está al alcance de todos ya que no es necesario ser ningún experto en meditación para poder realizarla e integrarla de forma natural en nuestra rutina diaria.

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