Esta situación tan anómala que estamos viviendo a raíz de la pandemia ciertamente nos ha alejado físicamente los unos de los otros pero también ha servido para unirnos a otros niveles.
Sirviéndonos de una de las frases del autor David Baird recapituladas en el libro «Mil vías hacia una vida en paz»: «Estaremos más cerca de una vida pacífica cuando nos sintamos conectados con otras personas y con la naturaleza».
Este espacio de tiempo que estamos teniendo para invertir la mirada y enfocarnos hacia adentro ha hecho aflorar la solidaridad entre todos y se han manifestado de forma espontánea valiosísimas cualidades como el altruismo, así como las actuaciones proyectadas para el bien de todos los seres.
En este sentido, surge una reflexión al respecto basada en la concepción de que todos estamos interrelacionados y que, en el fondo, compartimos una misma naturaleza, una misma esencia.